El secreto de la felicidad: risa, retiro espiritual y un fogón en Villars
La felicidad es un concepto extraño.
Todo el mundo habla de ella, nadie sabe bien qué es y, cuando aparece, suele irse sin despedirse, como un amor intenso que te promete escribirte y nunca más manda un mensaje.
Uno pasa la vida tratando de entenderla
meditando, leyendo filosofía, haciendo yoga, respirando profundo…
y de repente se ríe en un fogón, con una cerveza tibia en la mano, y piensa
“ah… era esto”.
Según todos los psicólogos de todos los tiempos, incluso los que no cobraban por sesión, el mejor mecanismo de defensa del ser humano es la risa.
No la risa impostada.
No la sonrisa espiritual de postal.
La risa real.
Esa que te agarra desprevenido y te recuerda que seguís vivo.
¿Qué es la felicidad realmente?
¿Momentos?
Sí. Momentos breves, intensos, ridículos.
Momentos que no sabés cuándo van a aparecer ni por qué, y que desaparecen justo cuando te das cuenta de que estabas bien.
Intentar provocar la felicidad es el error clásico.
Decís
“bueno, ahora me voy a reír”
y ya no tiene gracia.
La mente arruina todo lo que intenta controlar.
Pasa con el humor.
Pasa con el amor.
Pasa con la comida.
Ese plato que antes te parecía tocar el cielo con las manos
fideos con manteca, huevo frito y un poco de panceta
un día deja de funcionar.
No porque el plato haya cambiado
sino porque vos cambiaste.
Stand up: El encuentro con la felicidad y la alegría
Buenas noches.
Quiero hablar de la felicidad, ese concepto abstracto que todo el mundo persigue y nadie puede explicar sin parecer que está vendiendo un curso online.
¿Qué es la felicidad?
¿Momentos?
Porque si son momentos, avísenme antes, así los anoto en la agenda.
“Martes 19: felicidad de 18:30 a 18:42. Llevar entusiasmo.”
La felicidad aparece cuando no la esperás y se va cuando empezás a analizarla.
Es como un gato.
Si la mirás fijo, se va.
Si la ignorás, te arruina el sillón.
Uno dice
“Bueno, voy a hacer un chiste y me voy a reír”.
Error.
En el momento en que lo pensás, ya no es gracioso.
La mente entra y dice
“Ya entendí el mecanismo”.
Listo.
Se murió la alegría.
La mente es el crítico más amargo que existe.
Ni mi madre era tan dura conmigo.
Y eso pasa con todo lo que nos da placer.
No sabemos cuándo aparece ni cuándo desaparece.
Una comida que era gloriosa, que te llenaba el alma, que te hacía sentir amado por el universo…
un día… pum.
Te cae pésimo.
Y claro, también está el detalle menor de que ya no tenés 20 años.
Hay un momento en la vida en que el cuerpo dice
“Mirá, fideos con manteca, huevo frito y panceta ya no es una experiencia espiritual. Es una amenaza.”
Pero ese plato…
ese plato era el summum.
Era tocar el cielo con las manos.
¿Y ahora qué hacés?
¿Una ensalada?
Eso no es felicidad, eso es resignación elegante.
Ahora, hay algo infalible.
Algo que nunca falla.
Una herramienta que siempre funciona.
El sufrimiento previo.
Querés que cualquier comida sea felicidad absoluta
es muy simple
cagate de hambre 12, 13, 14 horas.
Ayuno intermitente, ayuno consciente o como carajo se llame para que no suene a castigo medieval.
Vas a sufrir.
Vas a estar de mal humor.
Pero cuando te comas ese plato de fideos con manteca…
eso no es comida.
Eso es un evento místico.
Ves a Dios y tiene olor a manteca.
¿No llegás a fin de mes?
Perfecto.
La vida te está ayudando.
¿Vacaciones?
No cometas el error de ir a un hotel cómodo.
No.
Eso no enseña nada.
Elegí contraste.
Dolor con lujo posterior.
Andá al camping más barato, el peor de la zona.
Calor, mosquitos que te piden documento, baños que te hacen replantear la existencia.
Sufrís. Mucho.
Pero volvés a tu casa
te tirás en tu colchón con un pequeño hueco en el medio
y pensás
“Esto es un hotel cinco estrellas”.
No estás triste porque se terminaron las vacaciones.
Estás agradecido de haber sobrevivido.
Receta contra el aburrimiento y la infelicidad
ayuno
camping
caminatas de 10 horas hasta que te duelan partes del cuerpo que no sabías que existían.
¿La mejor cerveza del mundo?
No existe.
La mejor cerveza es la que te tomás después de 10 horas de caminar, de andar en bici, de tener sed, hambre, dolor
cuando te duele hasta el alma… y el culo.
Esa cerveza es perfecta.
No importa si es artesanal, importada o una Brahma.
En ese momento, es néctar divino.
La felicidad no es comodidad.
La felicidad es contraste.
No es evitar el sufrimiento
es usarlo como prólogo.
Porque al final, la felicidad no se busca
se tropieza con ella
generalmente cansado
hambriento
y riéndose de lo absurdo que es todo esto
Todo esto, y algunas cosas más que no nos animamos a confesar, las vamos a mechar en cada una de las terapias.
Porque sí, vamos hacia la espiritualidad…
pero también hacia la risa.
Hacia lo absurdo.
Hacia eso incómodo que pasa cuando uno se toma en serio… y de repente se da cuenta de que no era para tanto.
Acá no creemos que lo espiritual tenga que ser solemne, silencioso y con cara de esfuerzo permanente.
Creemos que lo espiritual puede convivir perfectamente con lo vital, con la gracia, con el humor y con el ridículo ocasional.
De hecho, desconfiamos profundamente de cualquier camino espiritual donde nadie se ría.
Si no hay risa, probablemente hay ego.
Trabajamos con la contradicción.
Con la finitud.
Con esa certeza tranquilizadora de que somos humanos, no iluminados de catálogo.
Personas que meditan…
pero después se ríen de lo que pensaron mientras meditaban.
La risa no niega la profundidad.
La hace habitable.
En cada encuentro vamos a tocar lo sensible, lo espiritual, lo emocional
pero también lo absurdo de existir,
esa parte donde uno entiende que no va a resolverlo todo
y, curiosamente, ahí se relaja.
Porque cuando aceptás la contradicción
cuando dejás de pelearte con tu propia finitud
algo se afloja.
Y en ese afloje
aparece la risa
aparece la gracia
y, a veces, sin querer
aparece la paz
Retiros donde también nos reímos
En nuestro alojamiento rural en Villars, provincia de Buenos Aires, hacemos encuentros y retiros donde hay
- yoga
- meditación
- arte terapia
- espiritualidad
- mística
- relajación
- paz mental
Pero también hay algo fundamental
risa y diversión.
Porque no creemos en una espiritualidad solemne, tensa y silenciosa todo el tiempo.
Creemos en una espiritualidad humana.
Hacemos
🔥 fogones
🎭 stand up
🎶 música
🍺 cervezas para probar
🚶 caminatas largas
🌿 encuentros reales entre personas reales
Después de 10 horas de caminar, andar en bici o simplemente cansarte de existir
la mejor cerveza del mundo no es la artesanal ni la importada
es la que está fría
aunque sea una común.
El verdadero retiro
Un retiro no es escaparse de la vida
es volver a sentirla.
Reírse de uno mismo
respirar
mover el cuerpo
hablar sin pose
callarse sin culpa
mirar el fuego
escuchar música
y recordar que la felicidad no es permanente
pero sí accesible.
A veces aparece
cuando menos la buscás
y casi siempre
cuando estás con otros.
📍 Villars, Buenos Aires
Encuentros, retiros, risa, espiritualidad, paz y diversión
en un alojamiento rural donde el bienestar también se ríe.
Si buscás un lugar con
retiros espirituales, yoga, meditación, arte, alegría, fogones y humanidad
este puede ser tu próximo descanso mental.
Y si no encontrás la felicidad
al menos te vas a reír un rato
📍 Dónde estamos y cómo participar
Nuestro alojamiento rural holístico está ubicado en Villars, provincia de Buenos Aires, en plena naturaleza, rodeado de campo, silencio, cielo abierto y tiempo lento. Un refugio de paz en el campo para quienes buscan bajar el ruido mental sin dejar de reírse de sí mismos.
📅 Realizamos 2 retiros por mes, cada uno con temáticas diferentes:
espiritualidad, sanación emocional, risa consciente, yoga, meditación, arte terapia, astrología, tarot, decodificación emocional, terapias alternativas y encuentros culturales con música, fogones, cervezas y humor.
⚠️ Cupos limitados
Los retiros se completan con anticipación, por eso es necesario reservar previamente.
📩 Consultas y reservas
Escribinos para conocer las próximas fechas, temáticas y disponibilidad.
Cada encuentro es distinto, como las personas que llegan.
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quizás no sea casualidad que hayas llegado hasta acá. 🌿🔥🍺
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