🌿 El Punto Justo Entre Ego y Esencia
Una invitación desde la naturaleza para reencontrarte con tu propio centro
En la vida urbana el yo suele volverse una armadura. Entre agendas, exigencias y vínculos que tironean, construimos una versión rígida de nosotras mismas: una identidad esforzada, fuerte, siempre lista para defender una idea, sostener un rol, responder a la mirada externa.
Pero cuando llegás al campo, cuando el silencio vuelve a escucharse y el aire se expande sobre la laguna, algo se afloja. Aparece un yo más liviano, más honesto. No desaparece tu identidad: simplemente deja de tensarse. Y en ese punto exacto, entre firmeza y apertura, comienza el verdadero bienestar.
El ego como estructura sana (no como enemigo)
En muchas tradiciones espirituales se habla de “liberar el ego” como si fuese una maleza que hay que arrancar de raíz. Pero desde la psicología y desde nuestra mirada en los retiros, el ego también es estructura, orientación, coherencia interna. Una brújula.
Un yo demasiado rígido te encierra; un yo demasiado disuelto te pierde.
Por eso, en nuestros encuentros, trabajamos ese punto medio: un yo flexible, lúcido y consciente, capaz de acompañarte sin dominarte.
Las prácticas que proponemos —meditación, respiración, silencio, huerta, caminatas a orillas de la laguna— no buscan borrar tu identidad, sino permitir que se vuelva más espaciosa.
Spinoza y la ética del propio centro
En la moral tradicional se obedece; en la ética de Spinoza se comprende.
No se trata de seguir reglas externas, sino de cultivar una fuerza interior que te permita actuar según lo que aumenta tu vitalidad, tu alegría y tu potencia de ser.
Esa ética es perfecta para la vida rural y para el tipo de viajes que ofrecemos aquí.
No te pedimos que seas “espiritual”, ni que medites horas, ni que renuncies a tus pensamientos. Te invitamos a descubrir desde la experiencia qué te fortalece y qué te debilita; qué te hace más auténtica y qué te aleja de vos misma.
Y esto sucede de formas muy simples:
• cuando descubrís que no necesitás defender cada idea para sentirte valiosa
• cuando debatís sin pelear, solo por gusto de explorar
• cuando dejás de identificarte con todo lo que pasa por tu mente
• cuando encontrás la calma suficiente para elegir en lugar de reaccionar
Eso es ética vivida. Eso es libertad.
Retiros diseñados para mujeres que buscan algo más que descanso
En nuestro alojamiento rural recibimos principalmente a mujeres que llegan con una pregunta íntima:
¿Cómo vuelvo a mí?
La naturaleza hace su parte.
La laguna es maestra en enseñarte el movimiento sin esfuerzo.
El fogón reúne las voces sin imponer protagonismos.
La huerta muestra que todo proceso lleva su tiempo, pero también su recompensa.
Y entre todo eso, vas encontrando tu propia forma de ser: sin rigidez, sin imposiciones, sin máscaras que ya no te calzan.
El equilibrio que proponemos
Nuestra propuesta holística integra:
• prácticas de meditación y silencio para crear espacio interior
• talleres de huerta, bioconstrucción y alimentación viva para reconectar con lo esencial
• actividades lunares y rituales suaves para honrar los ciclos
• caminatas contemplativas para recuperar la orientación interna
• espacios de conversación ética (no moralista) para comprender tus emociones y decisiones
• fogones nocturnos donde la palabra encuentra su propio ritmo
El objetivo no es cambiarte.
El objetivo es devolverte a vos.
Una experiencia para mujeres que saben que la espiritualidad no es desconexión, sino coherencia
Aquí no se trata de “elevarte” ni de “perder el ego”.
Se trata de habitarte con la fuerza justa, con la flexibilidad justa, con la alegría justa.
Porque cuando el yo encuentra su punto natural —ni rígido ni disuelto— aparece algo parecido a la paz.
Un estado en el que podés crear, amar, decidir y disfrutar sin sentir que estás luchando con vos misma.
Y ese equilibrio, tan difícil de sostener en la ciudad, se vuelve sorprendentemente accesible cuando el día empieza con pájaros y termina bajo un cielo lleno de estrellas


Follow